18 de mayo de 2011


El tiempo pasaba rápido, mucho más rápido que nunca, la música sonaba alto, retumbaba sus oídos. Le encantaba estar allí, así, con él. Y no quería por nada del mundo que aquella noche terminase, pero lo bueno siempre se acaba, y la vida se nos va de las manos poquito a poco y no da tiempo a más... hay que correr y disfrutar lo máximo posible. Le besó por última vez...
- No te vayas.
- Me tengo que ir, sabías perfectamente que esto era una despedida, no lo hagas más difícil.
- Te quiero, y siempre te querré.
- Yo también te quiero y juro que por mucho que nos alejemos siempre seguiré queriéndote así... de verdad.
- Adiós...
- Hasta siempre pequeña, nunca me olvides por favor.
- Eso sería imposible cariño, totalmente.
Las lágrimas seguían bajando por sus rostros, lágrimas y más lágrimas, besos y más besos. Se quedó allí y le vio alejarse, se sentó en el suelo y lloró... se había ido y no lo volvería a ver nunca. Entonces se acerco a la borde del puente y dijo adiós ella también. ¿De qué serviría quedarse aquí si no lo volvería a ver? ¿Pero estás loca? Como vas a tirarte... es una locura Sí, puede que esté un poco loca, las locas hacen locuras... se acabó. Adiós a ti también mundo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ahora que ya leíste la entrada, me haría muy feliz si comentaras, di dieras tu opinión. Me hace falta mas nubes de algodón. Por favor, tu opinión es bienvenida en mi mundo pero si es una opinión nublada, mejor no te gastes en comentar.